No dejo de comprobar, cada vez que tengo la suerte de subirme a un escenario, que es allí donde realmente se aprende de qué va todo esto, que la experiencia es un más que un grado (y qué importa los que tengas) y que ningún profesor de canto, de movimiento o de armonía, ningún libro o partitura, ningún compositor, director o repertorista te puede enseñar verdaderamente lo que el abismo frente al proscenio te cuenta cada noche.
Comienza un mes cargado hasta los topes de buena música, viajes y nuevas experiencias. Y es que solo durante la segunda quincena de noviembre me subiré a cuatro escenarios diferentes para cantar por primera vez dos óperas y un oratorio. Todo un reto que afronto con muchísima ilusión y por el que me siento muy afortunado.
Necessary cookies are absolutely essential for the website to function properly. This category only includes cookies that ensures basic functionalities and security features of the website. These cookies do not store any personal information.
Any cookies that may not be particularly necessary for the website to function and is used specifically to collect user personal data via analytics, ads, other embedded contents are termed as non-necessary cookies. It is mandatory to procure user consent prior to running these cookies on your website.